En 2018 se concedieron de media 100 visados de obra nueva al mes, 30 más que en 2014 cuando el sector tocó fondo, pero cuatro veces menos que antes de la crisis.
Los empresarios del sector de la construcción ya no miran hacia modelos o cifras de crecimiento del pasado. Se ha instalado ya la convicción de que el sector se encuentra ante un “cambio de época”. El futuro apunta hacia una cada vez mayor especialización y cualificación, empujado por nuevas normativas, como las referidas a la eficiencia energética o la accesibilidad universal, que obliga a la readaptación y formación de los profesionales.
Desde la Federación Regional de la Pequeña y Mediana Empresa de Construcción y Afines de Extremadura (Pymecon), José Luís Iglesias, su gerente, reconoce que las empresas detectan una “incipiente demanda de obra nueva” por parte de un mercado “más selectivo”. En este sentido, apuesta por un “crecimiento más sostenido y acorde a las necesidades reales del mercado”.
En lo que a obra civil se refiere, según el último informe de la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan), la licitación de obra pública creció en un 52,7 por ciento en la región en pasado año. Un dato “ficticio”, señala el secretario general de la CREEX, Javier Peinado, ya que el mayor volumen del mismo corresponde a ADIF para las obras de alta velocidad.
Con todo, la licitación de obra pública superó los 411,3 millones de euros el año pasado en Extremadura, de los cuales 148 millones corresponden a la administración local, donde creció un 160 por ciento. En este sentido, tanto Javier Peinado, como José Luís Iglesias, destacan la labor “encomiable” de las diputaciones de Cáceres y Badajoz, que han ayudado a mantener las licitaciones, dando oxígeno a un sector tan castigado.
Ese lento crecimiento se nota también en las listas del SEXPE. Según datos de la Fundación Laboral de la Construcción, el número de afiliados en el sector de la construcción en enero de 2019 aumentó en el último año un 8,5 por ciento, mientras que el número de desempleados se sitúa en 4.000 al cierre de 2018, supone una bajada del 35,2 por ciento. Crecen las contrataciones, pero advierte Javier Peinado de la tendencia registrada por las empresas constructoras: han dejado de encontrar determinados perfiles cualificados, ya que se están marchando a otras comunidades autónomas.
FUENTE: https://cadenaser.com
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