Como nueva ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez asume una importante cartera con un marcado componente social, aunque las competencias en materia de vivienda, en gran medida, están en manos de las comunidades autónomas y el margen del Estado es relativo.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, hasta ahora en manos de Raquel Sánchez, se desgaja en Transportes, cuyo nuevo ministro será Óscar Puente, y Vivienda y Movilidad Urbana, que pasa a manos de Isabel Rodríguez.

La nueva titular de Vivienda y Agenda Urbana tendrá el principal reto de sacar adelante los compromisos de Pedro Sánchez en su discurso de investidura en materia de vivienda. Sánchez anunció, por ejemplo, la ampliación del periodo de vigencia del alquiler joven, la creación de una línea de avales que cubra el 20 por ciento de una primera vivienda y la puesta a disposición de un total de 180.000 viviendas públicas en los próximos años, retos que ha sido acogidos con escepticismo por las empresas y sindicatos del sector. Mejorar la actual ley de la Vivienda, como reclama el sector, y controlar los precios de los alquileres para evitar subidas constantes es otro de los retos que tendrá Isabel Rodríguez. No obstante, las competencias de vivienda están en manos de las autonomías y el papel del Gobierno central en este sentido es limitado.

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