En el sector inmobiliario se tiende a generalizar, y no es lo mismo Madrid que Ávila. Los grandes flujos migratorios en búsqueda de empleo y oportunidades han hecho que las grandes ciudades aumenten de población.
El coste del suelo en estas ciudades es desproporcionado y a veces llega a ser el 50% del valor de venta de las viviendas. Esto hacer por un lado peligrar las ventas por estar fuera de rango de los compradores y por otro pagar solo por la ubicación sin tener en cuenta la calidad de lo que estás comprando.
Regiones como la nuestra, con una población del entorno del millón de habitantes, donde debido a la producción de energías renovables se hace muy atractiva la inversión industrial ya que garantiza un coste fijo y barato de la misma y donde en la actualidad hay presentados más de 40 proyectos de cierta envergadura, no es difícil intuir que el sector inmobiliario puede tener unos años de desarrollo sostenible.
Ayuda también pensar que el teletrabajo dotará a la población más exigente la posibilidad de elegir su residencia habitual. Mejores viviendas, de más calidad, menos transporte, más seguridad ciudadana, comercios de proximidad y de más y mejor economía verde y circular, todo ello nos convierte en una región de destino. Este cóctel de menores costes y mejores condiciones de vida pudiera llevar a que Extremadura acabara siendo una isla dentro del panorama nacional.
FUENTE: Juan Carlos Cotallo. Presidente de la Comisión de Promotores de Pymecon. Gerente de GESTYONA.
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