El fin del confinamiento trajo consigo la reactivación de la compraventa de viviendas, a pesar de que la caída interanual del 32,4% que recoge el INE en julio pueda hacer pensar lo contrario. Es cierto que se trata del quinto mes consecutivo a la baja, pero si se compara con el anterior, las operaciones repuntaron un 20%. El dato deja, además, otra conclusión llamativa: el avance de la obra nueva frente a la segunda mano. La clave, como casi siempre, está en el precio.
Los expertos explican que los dueños de la segunda mano prefieren aguantar hasta que la situación se normalice, en lugar de vender sus viviendas a un precio por debajo del mercado. Eso frena la decisión de los compradores y explica que, mientras las operaciones se mantienen en negativo, los precios siguen prácticamente invariables. Según el índice de precios de Fotocasa, el precio de la vivienda de segunda mano se redujo en agosto apenas un 0,8% respecto al año pasado.
Paralelamente, la obra nueva ha ido ganado atractivo en estos últimos meses y según Rafael Gil, director del Servicio de Estudios de Tinsa, es consecuencia de varios factores. «Las preventas en el mercado de obra nueva son un aspecto a considerar. Además, las distintas características de ambos mercados en cuanto a demanda potencial -y su elasticidad respecto al precio- y adecuación del volumen de nueva oferta determinarán su evolución conjunta».
FUENTE: https://www.elmundo.es/
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