Los retornos económicos de la rehabilitación de viviendas superarían los costes

Un informe de la Fundación La Casa que Ahorra, encargado al Grupo Garrigues (despacho Garrigues y G-15403124013437advisory, firma de asesoramiento estratégico y técnico), estima que se podrían llegar a rehabilitar hasta 350.000 viviendas al año en nuestro país. La restauración de 200.000 sería atribuible a la mejora de la economía y a los objetivos de eficiencia energética marcados por la Unión Europea, mientras que 150.000 se podrían rehabilitar si se adoptaran una batería de medidas fiscales y administrativas y la implantación de un Pasaporte Energético, impulsado en países como Alemania, Francia o Bélgica, pero que en España no ha tenido aún el apoyo político suficiente. «Se trata de un programa de ayudas dedicado a financiar las actuaciones de rehabilitación de edificios residenciales por fases y durante un plazo mínimo de cuatro años», señala Albert Grau, gerente de la Fundación.

El informe concluye también que los retornos económicos derivados de esas actuaciones (incremento del PIB, creación de puestos de trabajo…) superarían con creces los costes.

Pero, ¿qué efecto arrastre tendría para la economía la adopción de estas actuaciones para el sector de la construcción en la rehabilitación energética de edificios? Tomando como referencia el periodo analizado (2017-2030), los resultados del informe muestran un aumento del PIB y de la creación de empleo. Las cifras marean: 6.000 millones de euros de contribución al PIB y más de 140.000 nuevos empleos.

La recaudación directa en los impuestos sobre las rehabilitaciones también tendría un efecto económico neto muy positivo, superior a los 900 millones, «sobre todo a partir del año 2021», destaca el estudio. Esto último implicaría que el coste de promover el Pasaporte Energético no tendría impacto presupuestario alguno a partir de ese año. Se propone asimismo que el origen de los fondos sea el Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE) ya que «el Pasaporte es una medida alineada con los objetivos de financiación y fomento de la eficiencia energética para los que fue creado dicho FNEE», expone Grau.

Gracias a la reducción del descenso del consumo energético por la actividad intensificadora de rehabilitación, y por lo tanto, al ahorro de la energía primaria, «la balanza comercial española obtendría una reducción agregada del déficit comercial de la balanza de pagos española para el periodo analizado de unos 1.700 millones de euros». Asimismo, se reducirían las emisiones de efecto invernadero en un 16% en 2030 respecto a 2017 y un ahorro en la compra de emisiones de C02 de 300 millones.

FUENTE: https://amp.elmundo.es

EN  https://amp.elmundo.es/economia/vivienda/2018/10/23/5bcf4ced468aeb325f8b458a.html

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