En un mundo que lucha contra el cambio climático, la industria de la construcción se enfrenta al desafío de reinventarse. En este contexto, emerge una solución prometedora que está revolucionando el sector: la madera técnica.
Tradicionalmente, la construcción ha dependido de materiales como el hormigón y el acero, conocidos por su durabilidad, pero también por su elevado impacto ambiental. La producción de cemento es responsable de aproximadamente el 8% de las emisiones globales de CO₂. En contraste, la madera técnica se presenta como una alternativa sostenible y de alto rendimiento, con una huella de carbono negativa, convirtiéndose en una solución vital para la construcción moderna.
La madera técnica, como el CLT (Cross-Laminated Timber), ofrece ventajas medioambientales múltiples y convincentes. En primer lugar, actúa como un almacén de carbono a largo plazo. Mientras los árboles crecen, absorben CO₂ de la atmósfera, y este carbono permanece almacenado en la madera incluso después de que se haya transformado en un edificio.
Según estudios recientes, un edificio de madera puede almacenar hasta una tonelada de CO₂ por metro cúbico de madera utilizada. Además, la producción de CLT genera menos emisiones de CO₂ y promueve la gestión forestal sostenible, asegurando que los bosques se mantengan saludables y productivos.
FUENTE : https://www.elespanol.com/
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