Hacer frente a la infraproducción. El incremento de la demanda de vivienda como consecuencia del aumento de la inmigración y la creación de nuevas unidades familiares, junto a la falta de oferta de vivienda nueva, se está traduciendo en un aumento de los precios semejantes a los registrados durante la burbuja inmobiliaria, si bien la situación no es comparable. Si en la crisis de 2008 el ritmo de construcción de vivienda alcanzaba registros superiores a las 700.000 viviendas en algunos años, ahora apenas alcanzan las 100.000, lo que se ha traducido en una importante reducción de los trabajadores en el sector.La expulsión de una parte importante de su mano de obra hacia otros sectores, junto al consiguiente envejecimiento y la falta de relevo generacional, está provocando que ahora, cuando la construcción debe arrancar de nuevo a ritmos altos de producción, no cuente con el músculo necesario para ello. |
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