Los huesos de aceituna carbonizados pueden servir para sustituir de forma más sostenible a los agregados ligeros más utilizados en construcción de edificios y obra civil, según en equipo liderado por la catedrática Mercedes del Río, de la Escuela Técnica Superior de Edificación (ETSEM), y el catedrático Francisco Fernández de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería y Diseño Industrial (ETSIDI) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).
Esta nueva aplicación de los residuos de la producción de aceite de oliva reduce la densidad de los materiales de construcción y mejora sus propiedades térmicas y acústicas.
Esto, unido a que en su ciclo de producción su demanda energética es menor, los convierten en una alternativa más sostenible para la fabricación de morteros de construcción aligerados.
En la actualidad los huesos de aceituna se utilizan como biomasa, pero su poder calorífico es siete veces más bajo que el gasóleo de calefacción.
La perlita, la vermiculita y sobre todo la arcilla expandida, materiales que se añaden a pastas, morteros y hormigones para reducir su densidad y mejorar sus capacidades térmicas y acústicas.
Estos aligerantes, necesitan para su fabricación una gran cantidad de energía. Sin embargo, los residuos de las aceitunas tienen una baja demanda energética en su ciclo de producción.
Los resultados que se obtuvieron concluyeron que ni los huesos enteros ni los triturados sirven como agregados de morteros puesto que no llegaron a fraguar.
Sí fraguaron, sin embargo, los morteros que contenían los huesos de aceituna calcinados debido a su gran porosidad, granulometría uniforme, baja densidad real y aparente y su grado de adherencia con el cemento, de modo que demostraron funcionar como agregados ligeros.
FUENTE: https://www.construible.es EN:
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