La época dorada que vive el sector inmobiliario tras la crisis del coronavirus va mucho más allá del residencial. Con segmentos como el hotelero, los centros comerciales y las oficinas en reconstrucción, ganan peso en nuestro país activos denominados alternativos: residencias de estudiantes, de mayores, o incluso los centros de datos. Infraestructuras que hasta ahora estaban muy poco profesionalizadas y en las que fondos y promotoras han encontrado ahora un filón.
«Los inversores extranjeros están mostrando mucho interés en el sector de alojamientos para estudiantes en España y ya representan el 64% de la inversión en esta clase de activos, interesados tanto en activos operativos como en desarrollo», reza el informe.
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Otro de los sectores que está creciendo con fuerza es el de las residencias de ancianos. JLL asegura que la inversión creció un 325% en 2021, alcanzando los 1.200 millones de euros, lo que supone casi el doble que antes de la pandemia