España solo invierte el 1,4% del PIB en innovación frente al 3% de Alemania

La productividad en España es una de las asignaturas pendientes de la economía española. Recientemente, el Banco de España publicaba un informe en el que se hacía eco de los retos estructurales de nuestra economía, y donde la productividad ocupa un lugar destacable. Un reto manifiesto en las últimas décadas, donde en efecto, la economía española ha experimentado una ralentización en el dinamismo de productividad, significativamente más acusada que la registrada en otros países desarrollados.

Así lo evidencian también los datos de la OCDE, relativos a la intensidad innovadora media, también reducida en nuestro país como muestra la estadística recogida por este organismo en 2022, y donde los gastos en I+D+i en el caso de España, apenas representaron alrededor del 1,4% del PIB, un porcentaje por debajo del que se observó en el conjunto de la OCDE (2,7%) o, en países como Alemania (3,1%) y Francia (2,2%).

Una brecha -constata el Banco de España en su informe al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE– que es el reflejo del escaso empuje que esta partida de gasto mostró en España, a lo largo del período analizado, tanto desde el punto de vista de la inversión pública como de la inversión del sector privado empresarial. El reducido tamaño de nuestras empresas. El informe del Banco de España incide en ese escaso vigor de la productividad de la economía española, así como en el reflejo de los múltiples factores que interactúan entre sí y que condicionan el escaso empuje de la productividad agregada en la economía española.

Son factores que pasan por el tamaño y la demografía de las empresas, el nivel de capital humano en la población, el stock de capital tecnológico y el marco regulatorio e institucional. Aspectos que limitan artificialmente el crecimiento empresarial o la capacidad para que los factores productivos se reasignen entre sectores y empresas acaban redundando, eventualmente, en un menor dinamismo de la productividad de la economía.

Así, la evidencia empírica disponible pone de manifiesto que las empresas de mayor tamaño suelen presentar niveles de productividad más elevados. Por otra parte, en general, las empresas de tamaño reducido están menos diversificadas que sus competidoras de mayor dimensión, no solo en términos de sus productos y clientes, sino también en cuanto a sus fuentes de financiación.

FUENTE https://theobjective.com/

          EN : https://theobjective.com/economia/2024-05-06/espana-inversion-innovacion/

disminución del producto interno bruto - pib fotografías e imágenes de stock

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