El problema de los elevados costes de construcción, sin embargo, no es nuevo. En 2017, mucho antes de la pandemia, ya se apuntaba hacia ellos como el enemigo inesperado que podía poner en peligro el nuevo boom del ladrillo.
Entonces, la falta de mano de obra provocó una subida anual de los costes del 10,6%. Un año más tarde, el incremento se moderó ligeramente hasta el 9,4%, mientras que en 2019 la subida fue ya mucho más suave, con caídas incluso el año de la pandemia (-2,4%). Sin embargo, los problemas de suministros derivados de la pandemia, primero, y la guerra de Ucrania, después, han vuelto a empujar con fuerza al alza los costes, con un aumento del 19% en 2021 y del 12,7%, en 2022.
Así lo refleja el Índice de Costes Directos de Construcción que elabora la constructora ACR. Un índice que constata en 2022 una ligera moderación en el ritmo de crecimiento de los costes directos de construcción en edificación residencial, si bien el aumento vuelve a superar los dos dígitos, apenas seis puntos por debajo del incremento registrado en 2021
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FUENTE: https://www.elconfidencial.com/