La penetración del ruido en casa es un problema más habitual de lo que parece, principalmente si tenemos en cuenta que hasta 2009, año en el que entró en vigor el Documento Básico de Protección Frente al Ruido, las viviendas se construyeron sin atender a criterios acústicos. Por ello, más del 85% de las viviendas españolas no cuenta con un aislamiento acústico adecuado.
Son múltiples las fuentes que pueden perturbar nuestro bienestar dentro del hogar: los electrodomésticos del vecino, ascensores, un bar debajo de nuestro edificio, obras… Aunque como recuerda Danosa, especialista en soluciones integrales para la construcción sostenible, el tráfico rodado, es decir, la circulación de los vehículos, genera el 80% del ruido ambiental producido en una ciudad. El primer paso es detectar cuál es el problema para poder aplicar la mejor solución.
Existen diferentes materiales para aislar acústicamente un edificio, espumas de poliuretano, lanas minerales, geotextiles, planchas asfálticas… En cambio, si el ruido procede de la casa contigua, habrá que trasdosar (levantar por el interior de la vivienda un nuevo tabique) los tabiques medianeros entre pisos, por lo que es posible que haya que contar con la colaboración de los vecinos para que acondicionen sus casas.
Si es de arriba de donde proceden las ruidosas molestias, el techo es el punto clave. Normalmente los falsos techos son una buena solución. Eso sí, si los ruidos son de impacto (movimiento de muebles, unos tacones…) la única manera de acabar con ello es que los propietarios del piso superior coloquen una solera aislante. En el caso que el sonido venga del piso inferior, tendremos que aislar nuestro suelo.
Fuente: “ABC” en: