Cuando la burbuja inmobiliaria de España, que duró una década, derivó en un desplome espectacular a partir de 2008, desaparecieron unos 1,8 millones de puestos de trabajo, y un país plagado de grúas y obras se sumió en una brutal recesión.
Ahora se necesita urgentemente que vuelvan esos trabajadores de la construcción: una escasez de mano de obra sin precedentes está poniendo en peligro proyectos de construcción y renovación de miles de millones de euros financiados por la Unión Europea para ayudar a la economía española a recuperarse del COVID-19.
Como en todo el continente, en España faltan al menos medio millón de trabajadores de la construcción, según los sindicatos y las empresas. Estas últimas están formando nuevo personal continuamente, pagando salarios más altos y recurriendo a los inmigrantes de África y América Latina.
Después de Italia, España es el país que más ayuda recibe de la UE: unos 140.000 millones de euros (166.000 millones de dólares), la mitad en subvenciones y la otra mitad en préstamos.
El Gobierno confía en estos fondos para lograr un crecimiento económico del 7% este año, pero la burocracia, la escasez de material y las carencias de mano de obra dificultan la inversión.
FUENTE: https://es.investing.com/