La subida de los precios de los materiales de construcción y de los costes energéticos y la crisis de suministros están provocando que los contratistas comiencen a abandonar obras y otro tipo de proyectos públicos, según denuncian fuentes del sector de la construcción.
Ya hay ejemplos, fundamentalmente entre las Administraciones Locales, que en algunos casos tienen en la pública Tragsa una vía alternativa para que asuma los contratos. Asimismo, el contexto actual está afectando al ritmo de ejecución de muchos otros contratos, llegando en algunos casos a su práctica paralización. Además, se están empezando a observar licitaciones desiertas, a las que ninguna empresa concurre por la inseguridad que implica la ausencia de una cláusula de revisión de precios. Más aún, hay casos en los que las empresas adjudicatarias han llegado a desistir del contrato antes de empezar y asumir las penalizaciones pertinentes.
La obra pública enfrenta así su tormenta perfecta, propiciando la ralentización de los planes de inversión y desarrollo de infraestructuras de las Administraciones Públicas. Todo en pleno arranque de los fondos europeos para la recuperación, cuya ejecución, al menos una parte, está en cuestión por esta situación.
FUENTE: https://www.eleconomista.es/